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Doctor, ¿Por qué si mi problema son los triglicéridos, usted me dice que debo dejar el azúcar?, ¿no es pues un tema de grasa?

Actualizado: 6 jul



Por: Marcela Gaviria FMCHC – Mentora HeartMath

 

¿A quiénes de ustedes no les ha pasado que cuando tienen una revisión de exámenes de sangre o les toman la presión arterial, y su médico encuentra alguno de estos marcadores por fuera del rango saludable, este les dice: ¡Es bueno que tengas precaución con el azúcar! o ¡pilas con esa gaseosa que te está tomando! O ¡Bájale un poquito a ese traguito!? O ¡Nada de estar comiendo tanto pandequeso y buñuelito diariamente!


Y la verdad no nos queda claro, porque de un momento de a otro empezaron a hablar que el gran villano de la salud era el azúcar ¿No pues que eran las grasas?!


Hoy te quiero contar que pasa en tu cuerpo cuando ingerimos azúcar adicionada y porque esa es una de las principales razones por las cuales tienes esos triglicéridos o esa presión arterial alta y porque ese hígado graso no mejora, así no nos dejen en la casa ni oler el chicharon.

 

Recordemos que, en la alimentación, hay 3 grandes macronutrientes: Proteínas, Grasas y Carbohidratos. En este último grupo, están las frutas, vegetales, leguminosas, cereales, tubérculos y lo que conocemos como azucares simples. Los carbohidratos tienen varias funciones en nuestro cuerpo, pero hoy solo me centraré en una y es la obtención de la energía necesaria para el funcionamiento de cada una de las células de nuestro cuerpo, la cual se realiza a través de la transformación de las moléculas de los diferentes tipos de azucares en ATP, que es la energía que ingresa a la mitocondria de la célula.

 

¿Pero porque debemos eliminar el azúcar adicionado, si este es una “fuente de energía”? ¿Eso no es lo necesitamos para vivir?


Porque cuando consumimos carbohidratos que no sean ultraprocesados o sea papa, yuca, leguminosas, vegetales, frutas, etc. Ya estamos teniendo esos requerimientos necesarios de energía para funcionar de una forma óptima. Adicional estos carbohidratos nos entregan fibra, vitaminas, fitonutrientes, etc.

Se estima que la cantidad de azúcar adicionada que una persona sana o sea que no tenga una condición metabólica de base, podría consumir en un día es de máximo 25 gr para mujeres y 35 gr en hombres. Pero debido al auge de alimentos ultraprocesados en nuestro día a día, en los cuales hasta un caldo de gallina tiene azucares agregados, hace que en promedio el valor real de consumo de una persona al día sea unas 6 o 7 o hasta más veces esa cantidad cada día.

 

¿Qué ocurre en nuestro cuerpo cuando consumimos azúcar?


Una vez el azúcar entra a nuestro cuerpo, las enzimas de nuestro aparato digestivo se encargan de descomponerla, aumentando los niveles de glucosa en sangre, a lo cual, el páncreas comienza a liberar insulina, que es la hormona encargada de “Abrir” la puerta para que la glucosa pueda entrar a las células y podamos recibir la energía o ATP. Si nuestros órganos, músculos y tejidos, ya tienen la suficiente energía almacenada, ya no reciben más y ese excedente que queda libre en la sangre, y comienza a almacenarse en forma de grasa. Esa grasa es la que vemos en el área abdominal y en órganos vitales de nuestro cuerpo como el hígado y nos predispone a una condición que es la resistencia a la insulina. La cual es la antesala a la prediabetes y luego la diabetes tipo 2. Así mismo esa es una de las razones por las cuales vemos que suben los triglicéridos, los valores de LDL en sangre, la circunferencia abdominal y la presión arterial, entre otras cosas.

 




Fuente gráfica: SOS.tiroides

 

Adicional a este proceso de absorción, el azúcar es uno de los muchos alimentos que libera un neurotransmisor llamado “dopamina”. Esta es la razón por la cual, es considerada tan adictiva y el por qué, cuando queremos eliminarla de nuestra alimentación nos causa tanta dificultad. Si tú has intentado en el pasado dejarla y no has podido lograrlo, déjame decirte que eres parte de un gran grupo de personas y ¡no estás solo y no eres un ser de otro mundo! Se que es un tema retador, pero te invito a que comiences cuanto antes a gestionar ese mal hábito.


En otro Post, más adelante, te compartiré una guía que he creado, la cual te puede ayudar a hacer una transición en tu alimentación para que lograr reducir su consumo.


La insulina no solo se libera por el páncreas cuando consumimos carbohidratos simples como azúcar, panes de mesa o golosinas. También lo hace cuando comemos carbohidratos complejos, con la diferencia que estos tardan más en digerirse, lo que hace que tengamos un impacto menor sobre el azúcar en sangre así como en la saciedad. Algunos de los carbohidratos complejos son el arroz integral, la quinoa, las verduras almidonadas, legumbres, verduras no almidonadas, entre otros. Estos últimos son los que deberíamos priorizar en nuestra alimentación a la hora de escoger que carbohidrato vamos a consumir, ya que no solo son una fuente de energía necesaria, sino también de fibra, vitaminas, fitonutrientes, etc. Algo que nunca va a tener un croissant, un buñuelo, un vaso de licor o un confite.


Como viste anteriormente el proceso de descomposición del azúcar es algo normal, y hace parte de nuestro proceso biológico de obtención de energía, por eso no nos debemos obsesionar con las curvas de glucosa, pero si es importante conocerlas, especialmente si sufres de alguna enfermedad metabólica y ¡ojo! no es solo conocer la glucosa sino también saber cómo está mi insulina que sería esa segunda parte en mi proceso. Tengamos presente que no debemos excedernos en el consumo de estos, así sean carbohidratos que no vienen de la industria de ultraprocesados, aprendamos a conocer nuestro cuerpo, saber cómo nos impacta el alimento, para hacer las correcciones necesarias. Es importante tener claro que, si yo todo el día estoy comiendo dulces, panes, gaseosas, jugos o torticas, puede que hoy no vea las consecuencias, pero en algún momento nuestro cuerpo levantará la mano y dirá ¡ya no más! Y ¿Cómo lo hará? A través de alguna enfermedad metabólica o crónicas como: Diabetes tipo 2, hipertensión arterial, cáncer, enfermedad renal, enfermedad neuro-cardiovascular, inflamación crónica, etc.

 

Si quieres que te ayude en este proceso de transición a una alimentación mas sana, o quieres que te ayude a dejar el azúcar en tu alimentación, yo como Coach o entrenadora en Medicina Funcional y mentora en procesos de manejo de estés, tengo las herramientas para hacerlo. No dudes en escribirme y con gusto trazaremos el mejor camino para que lo logres.

 



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